El  cancer cavidad oral y labios ocupa el cuarto lugar en la incidencia de todos los tumores. En la mayoría de los casos son carcinomas epidermoides con diferentes grados de diferenciación lo que los hace mas o menos agresivos. Los de la cavidad oral están en relación muy directa con el consumo de tabaco y alcohol y muy frecuentemente con la asociación de ambos.

La diseminación de estos tumores es a través de los ganglios linfáticos regionales y en un 10% de casos pueden dar metastasis a distancia generalmente al pulmón. Por ello el tratamiento debe centrarse en extirpar la tumoración y en estadios mas avanzados habrá que tratar el cuello. Hoy en día es frecuente el tratamiento multidisciplinar cirugía, quimioterapia y radioterapia, en los tumores avanzados, estadios III y IV.

Tras la exéresis local del tumor es preciso la reconstrucción de la zona, generalmente con colgajos microvascularizados. Para la reconstrucción del hueso utilizamos el hueso de peroné o de cresta ilíaca mas frecuentemente, siempre microvascularizado lo que implica que mantiene su propia vascularización y por tanto vitalidad. La reconstrucción de tejidos blandos suele llevarse a cabo con el colgajo antebraquial, colgajo anterolateral del muslo aunque puede hacerse con cualquier otro colgajo que se ajuste a la región del defecto a reconstruir.

Los tumores de labio están mas en relación al sol y al tabaco y en general el diagnóstico es mas precoz lo que hace que tengan un mejor pronóstico. El tratamiento sigue el mismo patrón que hemos comentado aunque suele bastar con el tratamiento quirúrgico local. La reconstrucción del labio suele hacerse con colgajos locales y en pequeños tumores cierres directos.